Es la primera temporada de la línea T de Alexander Wang en BERRIZ y os lo queremos presentar:

aw5

Alexander Wang nació en San Francisco y tras unos cursos de verano el Central Saint Martins durante 1999, decidió mudarse con 18 años a Nueva York para estudiar diseño de moda en Parsons. Tras un año en la escuela y habiendo trabajado como becario en Marc Jacobs, Teen Vogue y Derek Lam, el californiano decidió deja los estudios y lanzar su propia firma de moda.

Con la ayuda de su hermano, actual asesor financiero de la firma y su cuñada, CEO de la firma, Wang creó una colección de seis jerséis de cashmere unisex que encandilaron a la mismísima Diane Von Furstenberg cuando vio a una empleada de Vogue con uno de los diseños.

La diseñadora belga le ofreció entonces un trabajo a un jovencísimo Alexander Wang que no dudó en rechazarlo para seguir construyendo su propia firma. Los dos volvieron a verse las caras en 2008, cuando Wang gano el CFDA/Vogue Fashion Fund Award y también una mentora, la propia Diane.Con su trabajo al frente de Balenciaga desde 2012, Wang forma parte, junto a J.W. Anderson (Loewe) Jason Wu (Hugo Boss) y Jeremy Scott (Moschino), de ese grupo de jóvenes diseñadores que no tienen miedo a encargarse de una gran casa además de su propia línea pese al alto nivel de exigencia que exige la industria de la moda en estos últimos años.

aw6

Cuando se anunció la noticia de su fichaje por parte de Kering (antigua PPR), muchos dudaban del éxito de Wang al frente de la casa francesa. Su antecesor, Nicolas Ghesquière estuvo 15 años al frente de la firma y dejó el pabellón muy alto a la hora de mezclar tradición y vanguardia. El francés supo combinar como nadie el estilo arquitectónico de Cristóbal Balenciaga con su propia visión de la moda, centrada en el arte contemporáneo y la cultura street. Con la salida de Ghesquière, François-Henri Pinault encontró la excusa perfecta para modernizar el estilo de la firma y acercarse al público joven. Y es que el CEO de Kering no da puntada sin hilo.

El fichaje de Wang, primer americano en ponerse al frente de una casa de moda francesa en más de una década y primer diseñador de ascendencia asiática en entrar en los pasillos de la alta moda parisina, tiene un claro fin comercial. Como bien apuntó Suzy Menkes cuando se hizo oficial el anuncio, que el diseñador tenga raíces asiáticas y hable mandarín le va muy bien a una firma de moda que busca conseguir el éxito en China, donde se encuentra el mayor mercado del lujo actual.

Los diseños de Wang son más próximos a esa gente joven (para 2020, el 40% de los asiáticos tendrán menos de 30 años) y creativamente menos ambiciosos que los de su antecesor, lo que hace que el objetivo que Kering había puesto a Alexander Wang, que Balenciaga sea una firma más moderna y juvenil, se cumpla al cien por cien.

Como él ha reconocido en varias entrevistas, es joven y no tiene ataduras familiares por lo que los viajes mensuales de Nueva York a París (suele quedarse una semana al mes en la capital francesa) no son un problema, pero tiene claro que cuando vea que no puede con todo, volverá a centrarse únicamente en su firma. Hasta entonces, tenemos Wang para rato.

Fuente: missatlaplaya.com